Pani: allí los niños eran felices
Iba vestido con mi salwar kameez y me había dejado la barba de talibán, más por vagancia que por ganas de pasar desapercibido, pero en la entrada del campo de refugiados pronto me reconocieron como un extranjero y se apresuraron a prohibirme entrar en su territorio. Debieron ser […]