Este domingo tocó madrugar para hacer deporte en Islamabad. No importa la falta de entrenamiento, todo sea por una buena causa: recaudar dinero para un hospicio. Carrera para unos y caminata para otros en el interior del enclave diplomático, un recinto dotado de fuertes medidas de seguridad donde se encuentra la mayoría de las embajadas. Mi marca: 5 kilómetros, 26 minutos y 40 segundos. Por suerte, luego nos esperaba un buen «brunch» a la canadiense (almuerzo) para recuperar energías.
Categorías:Pakistán